Comprar seguidores de #Twitter, una práctica polémica

Entre los emprendedores existe una práctica cada vez más habitual: la compra de seguidores en #Twitter y otras #RedesSociales y todo esto con el objeto de obtener “popularidad instantánea”, cualquier persona puede obtener miles de seguidores en pocas horas y por precios módicos, comprando seguidores falsos.

Se trata de una de las formas del “astroturfing”: la falsificación de movimientos y tendencias a través de medios digitales, para que aquello que hoy pasa desapercibido, mañana parezca popular y viral. Y se debe estar muy al tanto acerca de estas prácticas, ya que son cada vez más habituales: emprendedores las utilizan para obtener repercusión en prensa, y publicistas para “inflar” el resultado de sus campañas. Incluso celebridades y políticos compran seguidores, para mostrar una popularidad que realmente no tienen, y competir con otras celebridades.

Los servicios son provistos por programadores que cuentan con conocimientos sobre hacking, y sobre las vulnerabilidades de distintas plataformas. Los precios que ofrecen son sorprendentes: compraseguidores.com, una de las webs más visitadas ofrece, por apenas U$S 80, 10.000 seguidores en cualquier cuenta de Twitter, en 48 hs. Estos seguidores son obviamente falsos, no interactúan ni responden mensajes, y se los conoce comunmente como “bots” o “zombies”.

El argumento más frecuentemente esgrimido por los vendedores es que los seguidores operan como una suerte de “factor psicológico” que hace que usuarios reales se encuentren más propensos a seguirnos e interactuar con nuestra cuenta.

Los servicios que se ofrecen incluyen a todas las redes sociales más conocidas y utilizadas: se ofrecen seguidores para Twitter, fans para Facebook, seguidores para Instagram, e incluso visualizaciones para videos de YouTube, lo que hace sospechar que algunos de los virales que conocemos puedan no serlo realmente.

Además de no brindar interacción real, los seguidores falsos generan un daño a nuestra imagen de marca o imagen personal, ya que pueden volverse una desagradable noticia que nos brinde publicidad negativa. Un caso célebre, por mencionar tan sólo uno, es el del Mitt Romney, candidato a la presidencia de Estados Unidos en 2012: su cuenta de Twitter, sin razón aparente, recibió más de 100.000 seguidores en un sólo día, lo que llamó la atención y resultó en noticia en los principales medios periodísticos del mundo, en plena candidatura.

Afortunadamente y en lo que a Twitter respecta, existen algunas aplicaciones que permiten conocer el porcentaje de seguidores falsos que tiene una cuenta. Twitter Counter y Fakers son las más conocidas y utilizadas. Analizar cuentas de celebridades y grandes marcas con alguno de estos servicios suele brindar una desagradable sorpresa.